31 mayo, 2008

Absorviendo apuntes...

Érase una vez un niño que no era ni demasiado tonto ni demasiado listo. En él había puestas expectativas altas, y todos creerían que las cumpliría, aunque eso a él no le preocupaba demasiado... A pesar de su ausencia de brillantez, pero gracias a su normal lucidez, había logrado ir pasando exámenes y cursos, uno tras otro hasta el día presente. Y es que ese niño tenía un truco que hasta el momento, iba dando resultado en la mayoría de ocasiones...

El sistema educativo, y esa convicción de evaluar aprendizajes y contenidos con largos y tediosos exámenes en que los alumnos tenían que memorizar largas series y listas que después olvidaban no era problema para él, porque tenía este truco.
Muchos eran los que pensaban que hacía fata una revolución, un cambio en este sistema de evaluación inerte y vacío, inútil a la larga, y que sólo servía para evaluar lo que sabías ahora, lo que habías sido capaz de meterte en la cabeza: la información que habías absorvido y que ahí escupías. Si ese método permitía (irremediablemnte, diría yo) olvidarlo todo cuando salías del examen, eso ya no importaba demasiado. Lo importante era lo que supieras en el momento del examen, no lo que hubieras aprendido realmente...

¿Que cuál era el truco de ese niño ni demasiado tonto ni demasiado listo? ¿Que lo suelte ya, de una vez? Era simple: El niño absorvía la información, la engullía, se comía literalmente las hojas de papel de apuntes los días previos a un examen. Cuando estudiaba, cada hoja, sin siquiera leerla, la arrugaba hasta hacerla una bola y se la comía. No estaban demasiado buenas, pero la recompensa valía la pena. Tras comerse hojas de apuntes, libretas y gruesos libros, se presentaba a un examen y sólo tenía que vomitar la información que había absorvido. El papel era digerido, y la información se quedaba con él hasta que la vomitaba en el examen.

Cuando salía por la puerta, había olvidado todo cuando debía haber aprendido...



NOTA MENTAL: Deja de perder el tiempo con estas tonterías y vuelve al estudio!!

5 comentarios:

Unknown dijo...

jajajajaja Pues a mi me ha parecido muy gracioso... Es lo que tienen horas excesivas de estudio,que uno acaba desvariando. si te sirve de consuelo, yo estoy por el estilo. Hoy ya llevo 9 horas de estudio y no sé ni quién soy ni como me llamo :P
No está mal desvariar de vez en cuando... Ayuda a desconectar un poco. Muchísimos ánimos; ya verás como ambos conseguiremos comernos los apuntes antes del lunes tú y del miércoles yo :)
Un besote!

M.

Unknown dijo...

¡¡MUCHÍIIIIIIISMA SUERTE PARA MAÑANA QUERUBÍN!!

Seguro que lo haces genial.


Un beso:

M.

P.D.: la letra de la canción tiene un mes... Ya me gustaría a mí tener tiempo para poder escribir...u_U

Anónimo dijo...

Ese niño que no era ni demasiado tonto ni demasiado listo sólo temia dos cosas antes de un examen:
1. No tener tiempo para engullirse todos aquellos libros, cuadernos, folios, apuntes, post-its, i demás acumuladores de información.
2. Tener una indigestión de celulosa que le hiciese vomitar todos los folios que tanto le habia costado engullirse.

Lo que ese niño ni demasiado tonto ni demasiado listo no sabía era que las espectativas que todos tenían puestas en él esperando que las cumpliera, tanto si le preocupaba como si no, no eran más que ganas que tenía, y tiene, la gente que le rodea de que ninguna de las dos cosas que ese niño ni demasiado tonto ni demasiado listo temía.

Un abrazo Darka!!!

Dreu.


PD: Muchisima suerte... para mañana , pasado y el siguiente!!!

Anónimo dijo...

pongámosle a "ese niño ni demasiado tonto ni demasiado listo"... mmmm Juan, por ejemplo???

jajajaj


PD(bis): Muchísima suerte, ahora ya, para mañana y pasado!!!!

Unknown dijo...

O_o ese niño era yo, se que has intentado mantenerme en el anonimato pero debo de confesar q yo soy ese niño/a XD.
Muchos besos

31 mayo, 2008

Absorviendo apuntes...

Érase una vez un niño que no era ni demasiado tonto ni demasiado listo. En él había puestas expectativas altas, y todos creerían que las cumpliría, aunque eso a él no le preocupaba demasiado... A pesar de su ausencia de brillantez, pero gracias a su normal lucidez, había logrado ir pasando exámenes y cursos, uno tras otro hasta el día presente. Y es que ese niño tenía un truco que hasta el momento, iba dando resultado en la mayoría de ocasiones...

El sistema educativo, y esa convicción de evaluar aprendizajes y contenidos con largos y tediosos exámenes en que los alumnos tenían que memorizar largas series y listas que después olvidaban no era problema para él, porque tenía este truco.
Muchos eran los que pensaban que hacía fata una revolución, un cambio en este sistema de evaluación inerte y vacío, inútil a la larga, y que sólo servía para evaluar lo que sabías ahora, lo que habías sido capaz de meterte en la cabeza: la información que habías absorvido y que ahí escupías. Si ese método permitía (irremediablemnte, diría yo) olvidarlo todo cuando salías del examen, eso ya no importaba demasiado. Lo importante era lo que supieras en el momento del examen, no lo que hubieras aprendido realmente...

¿Que cuál era el truco de ese niño ni demasiado tonto ni demasiado listo? ¿Que lo suelte ya, de una vez? Era simple: El niño absorvía la información, la engullía, se comía literalmente las hojas de papel de apuntes los días previos a un examen. Cuando estudiaba, cada hoja, sin siquiera leerla, la arrugaba hasta hacerla una bola y se la comía. No estaban demasiado buenas, pero la recompensa valía la pena. Tras comerse hojas de apuntes, libretas y gruesos libros, se presentaba a un examen y sólo tenía que vomitar la información que había absorvido. El papel era digerido, y la información se quedaba con él hasta que la vomitaba en el examen.

Cuando salía por la puerta, había olvidado todo cuando debía haber aprendido...



NOTA MENTAL: Deja de perder el tiempo con estas tonterías y vuelve al estudio!!

5 comentarios:

Unknown dijo...

jajajajaja Pues a mi me ha parecido muy gracioso... Es lo que tienen horas excesivas de estudio,que uno acaba desvariando. si te sirve de consuelo, yo estoy por el estilo. Hoy ya llevo 9 horas de estudio y no sé ni quién soy ni como me llamo :P
No está mal desvariar de vez en cuando... Ayuda a desconectar un poco. Muchísimos ánimos; ya verás como ambos conseguiremos comernos los apuntes antes del lunes tú y del miércoles yo :)
Un besote!

M.

Unknown dijo...

¡¡MUCHÍIIIIIIISMA SUERTE PARA MAÑANA QUERUBÍN!!

Seguro que lo haces genial.


Un beso:

M.

P.D.: la letra de la canción tiene un mes... Ya me gustaría a mí tener tiempo para poder escribir...u_U

Anónimo dijo...

Ese niño que no era ni demasiado tonto ni demasiado listo sólo temia dos cosas antes de un examen:
1. No tener tiempo para engullirse todos aquellos libros, cuadernos, folios, apuntes, post-its, i demás acumuladores de información.
2. Tener una indigestión de celulosa que le hiciese vomitar todos los folios que tanto le habia costado engullirse.

Lo que ese niño ni demasiado tonto ni demasiado listo no sabía era que las espectativas que todos tenían puestas en él esperando que las cumpliera, tanto si le preocupaba como si no, no eran más que ganas que tenía, y tiene, la gente que le rodea de que ninguna de las dos cosas que ese niño ni demasiado tonto ni demasiado listo temía.

Un abrazo Darka!!!

Dreu.


PD: Muchisima suerte... para mañana , pasado y el siguiente!!!

Anónimo dijo...

pongámosle a "ese niño ni demasiado tonto ni demasiado listo"... mmmm Juan, por ejemplo???

jajajaj


PD(bis): Muchísima suerte, ahora ya, para mañana y pasado!!!!

Unknown dijo...

O_o ese niño era yo, se que has intentado mantenerme en el anonimato pero debo de confesar q yo soy ese niño/a XD.
Muchos besos